miércoles, 3 de agosto de 2011

Fantoches


Las curvas enloquecían a la multitud llena de nombres e ideas
La suciedad de sus mentes hacía que el sexo brotara por los poros.
Poros obstruidos como trompetas llenas de agua.
Sentía que estaba sucia, sentía que explotaría.
Estaba la multitud atenta, atenta a un vacio esperanzador.
Las ideas seguían fluyendo en sus mentes, y luego, a vomitar.
El vomito que olía a mierda, que era sangre, con ideas, y un poco de desayuno.
Eran sus porquerías, sus terrores y sus mentiras
Eran los zombies que veo todos los días.
Sentía que empezaría a vomitar, y solo salí corriendo.
El sol me acaricio, el sudor salió, los poros gritaron.
El vomito salió.
Eran mariposas, eran nubes, era polvo de oro y diamantes.
Principalmente no olía a mierda.
Supe sentirme sencilla, supe apreciar el ser y no sus ganas de ser.

Las multitudes olvidan que si de la tierra vienen, a la tierra regresaran. Fantoches…

1 comentario:

  1. Wao. Sentí el vomito en la boca así como a veces lo siento al escuchar a la gente hablando las vanidades más vanales (que valga la redundancia)
    A veces salgo a la calle y sinceramente no sé si llegaré a casa. No por miedo a la inseguridad o a que me maten, si no por miedo a que me dé una aneurisma por escuchar o ver tanto fantoche

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