sábado, 20 de agosto de 2011

Desaparecer



Sentía el calor derritiendo mi frente, que se sumaba con la fiebre de la ira. Solo lograba oír los gritos de ellos al fondo. No oía siquiera mi respiración, ni me oía sollozar, ni mis ideas. No sé si eso estaba bien. A veces siento que me contagia la frustración ajena. Pero a veces estas frustraciones en el fondo también tienen que ver conmigo.
Recuerdo cuando mi vida estaba acabada, las drogas, el alcohol, los recorridos por países con gente que no recuerdo siquiera sus nombres. Recuerdo regresar a casa y oír los gritos antes de abrir la puerta. A veces daba la vuelta, aún con la mochila pegada, la ropa de viajes que duraban hasta 12 horas, y visitaba el mar, que muchas veces tenia meses sin ver, como si fuera el trago necesario para enfrentar aquella realidad de la que siempre escapaba, ya que no podía solucionar nada.
Entrar a casa, siempre era delicioso, pensaba en un buen baño en el que entraba con la ropa aún puesta, muchas veces incluso con las zapatillas, lentes de sol y hasta el móvil a la mano. Siempre he sentido que el agua despoja a uno de todo y lo renueva, hay que saber recibir esa bendición, a veces no percibimos que es lo único que necesitamos. Me lavaba el alma. También quería comer lo que mi madre cocinaba, quería un vaso de agua, y sentarme a sacar de la mochila todo lo que traía y nunca era ropa. Mapas, bebidas, folletos de muchos museos, discos LP´s de colección, piedras, banderas pequeñas, una que otra blusa, mi cuaderno de números telefónicos, donde habían números de Rusia, y hasta de Noruega.
Mi cama, guardaba mi descanso, y mi almohada todas aquellas historias que traía, todas mis ilusiones y las ideas de lo que vendría. Ellos aún gritaban. Muchas veces, me gritaban.
Mi vida ha dado un giro de extremos opuestos, ideas distintas y deseos innecesarios, que se han tornado diarios. Sentir amor, sentir conocimiento y sentir que sigo un camino. Más nada que eso, sentir que voy por un camino.
Aún con todo esto, creo que es hora de desaparecer.
Algo me detiene, y siento temor de seguir la otra mitad de mis pensamientos. Siento que decepcionare personas, y que luego me daré cuenta que me decepcioné también. Porque como nada es seguro en esta vida, siempre escapo antes de sufrir sus golpes.
Solía tener una banda de rock, donde cantaba y hacia covers de Patti Smith y Jannis joplin, también de algunas bandas de Brasil, pero a un estilo más alternativo, y con esa banda solía huir, pero un día le hui a ellos. Es que no me dejaban respirar a mi estilo. A veces solo seguíamos una línea. Es algo que está en mí.
A veces tengo la solución para todo esto. Y esta en establecerme prioridades a largo y corto plazo. Ahora los tengo y duran dos años. Aún así quiero correr un poco
No soy de nadie, soy del mundo.
Probablemente como nadie me ha dicho “No desaparezcas, por favor”, siempre lo hago.
Probablemente sea hora de desaparecer, mi mochila esta debajo de mi cama.
Todo esto lo pensé en el minuto que calentaba el agua para mi té.

No hay comentarios:

Publicar un comentario