martes, 9 de agosto de 2011

Faldas

Mis faldas están rasgadas…
Y la agonía de mis caderas desnudas, duele.

Me duele pensar, y vomito las ideas.
Aquellas que vomitas de asco, aquellas que llenan el estomago.
La porquería.

Estás faldas tan estropeadas,
Sin color, y con olor a viejo.
Con esto ya no podré llamar tu atención.
Son faldas de batalla,
de ideas tristes y vagas.
De angustia y dolor.

¿Por qué no miraste bajo ellas cuando estaban sanas?
¿Cuándo la tela era tan fugaz?
¿Cuándo su olor atrapaba la lavanda?
¿Cuándo todo podía desaparecer en tus manos?

¿Por qué no hicimos pactos bajo mis enaguas?

Puedo dejar el cielo intacto,
pero no puedo olvidar tu mirada lejos de la mía.
Puedo tocarme y pensar en ti.
Subir mis vestidos y olvidarlo, para dejarme sentir.
Si, tus manos son brisa.
Mi señor, usted es la brisa.

La brisa que con sus dedos me invita a balar en las madrugadas.
Madrugadas fugaces.
Estas ausente y te tengo presente.
Como un ser inanimado.
Que ahora en mi mente vive.

Botare las faldas…

Habian corazones en mi mesita de noche

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