Saudade no es Nostalgia

“Recógelo”

Sin pensarlo dos veces, me agache a sujetar un balde vacio

“Abre los brazos y quédate así hasta que el balde se llene”

He crecido, y no me había dado cuenta que realmente aún tengo a mis espaldas, en forma de camino todo aquello que deje, mezclado, los errores y los buenos momentos. Se juntan como el barro para empujarme a seguir caminando.

La vida sigue, y si me conformo, probablemente me siente a descansar esperando que el cielo caiga sobre mí, que los ángeles me eleven hasta el final del camino, que no exista esfuerzo para mi aprendizaje.

He aprendido tanto, que he sentido la tranquilidad aturdiendo mi frente como si cayera de cara al piso. Esto es agotador, y sin dejar atrás la nostalgia que toma mi mano para bailar con el alma y decirme secretos al oído.

Sufro de insomnio, y es inevitable no sentirme cansada durante el día, pero por las noches, logro hacer que mi insomnio funcione para algo. Y es que todas las madrugadas el viento me empuja de la cama, haciendo que camine descalza y me tope con la pared roja, que pierde su color a falta de luz. Entonces siento el movimiento que sale de mis suspiros apasionados por el vacio. Como hacer el amor en la danza con una fría pared. Al zurrar mi cuerpo sobre la pared, que poco a poco va descubriendo mis muslos, dejando así mostrar mi cadera y mi cintura. Mis brazos, pierden el conocimiento, el viento los guía. Para volver a dormir, luego de aquella necesaria danza, y despertar en fin, aún con el suspiro atrapado bajo mi lengua. Nostalgia en las mañanas.

No sé que siento, y no sé si deseo sentirlo.

No sé si deba pensar, o si dejarlo así, con el tiempo se irá.

Mi alma desea quedarse, mi alma manda en mí.

Y si mi alma dice “Recógelo”, lo haré.

Solo ella me enseña lo que debe ser.

Aún siento la presencia de las mariposas en mi ventana,

 aún las veo, y aun las extraño.

Necesito escapar.

...tenho saudades.